Octubre de 2011.

ENTREVISTA
Entrevista en Opin@r, Periódico Electrónico de la Organización de Periodístas en Internet.

 

En el número de octubre de 2011 se ha publicado la entrevista que a continuación se reproduce: http://www.opinar.net/2011/octubre/rye43.htm

Inmaculada Bañuls, diputada del PP

“Rajoy no interpreta papeles y tiene las ideas muy claras”

“La democracia es que podamos opinar y elegir de forma civilizada, no vociferando”

“Hay que llegar hasta el fondo en el asunto de las adopciones ilegales”

Por Carlos Vaquero

La entrevista comienza diez minutos después de que el Congreso apruebe la reforma de la Constitución, tramitada en un tiempo récord. Es viernes y las votaciones de las enmiendas han retrasado el pleno hasta pasada la una de la tarde. Sin embargo, Inmaculada Bañuls no tiene inconveniente en atender a OPINAR, pese a sus más que comprensibles ganas de volver a Gandia con su familia. Bañuls fue concejal de este municipio valenciano, desde el que dio un salto cualitativo importante para sentarse en el hemiciclo y dedicarse a una de sus pasiones políticas: La Comisión Parlamentaria sobre Discapacidad. Domina la materia, se le nota al hablar y más todavía al mirar sus estanterías, repletas de informes y estudios sobre discapacidad. Con el mérito añadido de ser vocacional, no porque le acose personalmente el problema.

Llama la atención, al navegar por su página web, observar que conecta con todas las redes sociales, pero sorprende más todavía conocer que, además de ser diplomada en Magisterio, lo es también en Estudios Religiosos.

PREGUNTA. – ¿Es difícil ser católico y político?

RESPUESTA. – Al revés, tenemos mucho que hacer en política. Los católicos y la Iglesia no imponemos nada, el que quiere lo acepta y lo acoge con todo lo que eso conlleva. La misión de la Iglesia es evangelizar, trata de predicar con su ejemplo, aunque a veces se ha equivocado porque está formada por hombres y no por dioses.

P. – ¿Le son útiles las redes sociales?

R. – La página empezó como necesidad de transmitir el trabajo que realizaba en el Congreso, ya que el Parlamento se ve como algo muy alejado, y también abrir una puerta para acoger propuestas y sugerencias. Suelen ser aportaciones muy interesantes, que muchas veces se han visto reflejadas en proposiciones no de ley.

P. – ¿No es contradictorio que, cuando más proliferan las redes sociales, los temas que más preocupen se pacten en un despacho de noche?

R. – Las redes sociales son para comunicarnos y para enterarnos, pero la tarea del legislador se desarrolla en el Parlamento. Si se refiere a la reforma de la Constitución, he de decir que en los programas del PP, hechos para gobernar y no improvisados, la estabilidad presupuestaria ha figurado siempre. El Gobierno de Zapatero la criticó de forma virulenta y ahora ha decidido acometerla, porque la realidad manda. Si las reformas estructurales se hubieses hecho antes, no se hubiese despilfarrado en gasto corriente, no hubiésemos tenido que recurrir a reducir gastos sociales.

P. – ¿Tienen miedo a que exista un clima de contestación social a cada medida que adopte el PP si ganan las elecciones?

R. – Las encuestas son muy favorables, pero somos prudentes. Vamos a seguir trabajando, como lo hemos hecho hasta ahora, para que el nuevo gobierno acabe con esta crisis: económica, social y de confianza.

Mariano Rajoy respondió una vez a una pregunta parecida: “sé que antes de seis meses me van a montar una huelga general”. Pero estamos preparados para eso, no nos amedrentamos. Hay que sacar a flote al país y gobernar con seriedad y austeridad, recortando donde hace falta para mantener el bienestar de la ciudadanía.

P. – Rajoy entra peor valorado que quien se va…

R. – Eso ha ocurrido siempre. Con Aznar se hacían chanzas hasta dos días antes de que fuera presidente. Y luego lo hizo muy bien. Siempre está en desventaja el que está en la oposición, pero las tornas están cambiando.

P. – ¿Va a ser Rajoy un revulsivo, capaz de ilusionar?

R. – Por su puesto. Yo soy marianista, él es como es, no interpreta papeles, es muy noble, inteligente y con las ideas muy claras sobre cómo llevar un país. Es extraordinariamente educado, lo que lleva a que incluso le achaquen que no sepa atacar.

P. – ¿Esa fue su forma de actuar ante el caso Camps?

R. – El señor Camps es muy inteligente y ha sabido jugar con los tiempos. Lo mismo que he dicho de la paciencia de Rajoy lo digo de Camps. Es una persona muy querida por los valencianos, cuenta con el cariño de mucha gente, ha visitado muchos pueblos y tiene muchos amigos. El ciudadano valora su cercanía.

P. – Quizá fueran peor las compañías que lo de los trajes…

R. – Me parece una solemne tontería lo de los trajes. La izquierda, el PSOE, se ha ensañado. Bárcenas ha sido exculpado, pero el acoso que ha sufrido de la prensa, los juicios paralelos, te destrozan… ¿Quién recupera a esa persona?

P. – ¿Haciéndole ministro?

R. – Bárcenas ha dicho que ya no vuelve a la política.

P. – ¿Cómo se plantea la campaña electoral?

R. – El PP no se caracteriza por ser imprevisible, mantenemos una actitud coherente entre lo que hacemos y lo que decimos. Vamos a seguir trabajando. La campaña puede ser abrupta, porque el PSOE va a hacer lo mismo que ya ha hecho en otros comicios.

P. – ¿Hay banquillo para hacer un gobierno?

R. – Sí, tenemos gente muy preparada. Nuestra oposición no ha sido suficientemente valorada, pero ha habido mucho trabajo detrás.

P. – ¿El PP tiene miedo a UPyD?

R. – En absoluto, quizá el PSOE debería temerlo.

P. – Usted ha sido concejal en un municipio costero. Parece que las zonas de costa son más propensas a la corrupción. ¿Habría que replantearse las competencias de urbanismo?

R. – Siempre se puede mejorar. Nuestra legislación puede hacer los cambios cuando exista consenso. Es cierto que hubo una época en la que se abusó, todavía no se estudiaba el impacto ambiental o las repercusiones sobre la biodiversidad marina. Eso coincidió con una época muy dura para la agricultura valenciana y muchos vendieron sus tierras porque, con menos dificultad, podían dedicarse a algo que les producía más beneficios y menos disgustos. También hubo arribistas que hicieron de la construcción su gallina de los huevos de oro. Ahora se ha regulado más, se hacen estudios pertinentes antes de cualquier actuación. Cada municipio debe tener su autonomía, porque es el que mejor conoce la realidad. De todas formas, el sector está estancado y no supone un problema.

P. – Yendo a los temas de discapacidad, ¿cómo afecta la crisis? ¿Se están recortando por esa vía políticas de discapacidad, adaptación de edificios…?

R. – En las comunidades donde gobernamos se está recortando en gastos superfluos para preservar las políticas sociales. No se ha recortado, pero muchas de las cosas aprobadas no se han podido implementar por falta de financiación.

P. – Usted ha trabajado mucho sobre los casos de las adopciones irregulares. El fiscal jefe del TSJM dijo que muchos de esos delitos fueron motivados por “una buena voluntad mal entendida”. ¿Comparte esa opinión?

R. – De las personas que formaron parte de ello, muchas actuaban con fines lucrativos y otra parte por esa buena voluntad mal entendida. Pero ahí entramos en un tremendo dilema moral, porque eso es jugar a ser dioses aunque no sean conscientes y yo lo rechazo. Esos niños deberían haber permanecido en las mejores condiciones con su familia y con su entorno. No se puede exculpar a nadie. Hay que depurar responsabilidades y llegar hasta el fondo, porque detrás hay familias cuyo sufrimiento no ha cesado durante años.

Aunque muchos hayan querido retrotraerlo a los tiempos oscuros del franquismo, es algo que ha durado hasta los 90. ¡Eso es el otro día!

P. – Usted escribió un artículo sobre la acondroplasia (enanismo) y las vejaciones que estas personas sufren. Su comunidad autónoma tiene gran tradición en espectáculos taurinos populares. ¿Creé que deberían prohibirse los espectáculos con personas de talla baja?

R. – Por supuesto. Muchos estamos por la labor de que se prohíban. Cada vez es más difícil verlos, cuando hubo tiempos en que incluso se retransmitían por la tele. Lo que hay que hacer es integrar a estas personas para que puedan trabajar. No les puedes prohibir ese trabajo si no les das una salida o una alternativa.

P. – ¿Hay un progreso respecto a esta enfermedad?

R. – Lo más importante es que intelectualmente no afecta a la persona. Lo que impide la normalización es, más que la propia discapacidad, la percepción que tienen los demás.

P. – ¿Está España concienciada con la discapacidad?

R. – El movimiento de la discapacidad es la minoría más numerosa de España, alrededor de un 9 por ciento. Está muy bien organizado, especialmente las familias, que dan el impulso necesario para diseñar políticas adecuadas que giran en torno a la normalización y la inclusión, la igualdad de derechos y la no discriminación. Eso pasa por facilitar herramientas y recursos a las familias. El PP quiere crear empleo para jóvenes, pero especialmente a las personas con riesgo de exclusión laboral, como son los discapacitados. Crear facilidades para el empleo, para el acceso al ocio y la cultura. Por ejemplo, la última proposición no de ley fue precisamente sobre la accesibilidad de los Teatros Nacionales.

Sin embargo, caemos en una gran contradicción: somos el único país con una comisión parlamentaria sobre discapacidad, firmamos la Convención de Naciones Unidas sobre discapacidad y, sin embargo, se aprobó una ley del aborto que da un plazo mayor para la interrupción cuando se detecta alguna anomalía, lo que supone la primera discriminación. Sin el derecho a la vida de las personas con discapacidad carece de sentido todo lo que hagas, los avances a priori y a posteriori. La enfermedad y la discapacidad son consustanciales a la vida y no son incompatibles. Lo que hay que hacer es dotar de instrumentos necesarios para que los discapacitados puedan disfrutar de los derechos que disfrutan otras personas. Son parte de la diversidad humana y no podemos prescindir de estas personas.

P. – ¿El PP ha explicado bien su postura sobre el aborto?

R. – El PP hizo lo que tenía que hacer, que fue presentar un recurso ante el Constitucional. Pensamos que hay otras vías antes que el aborto. No se habla de lo perjudicial que es para la mujer. Esa ley a quien beneficia es a las clínicas abortistas y a los últimos reductos machistas, que descargan toda la responsabilidad sobre la mujer.

La ley anterior tenía fallos, pero ésta comete el error de convertir el aborto en un derecho.

P. – Cambiando de tema, ¿comparte usted alguna demanda de los indignados?

R. – En la toma de posesión del ayuntamiento de mi localidad nos gritaron violentamente ese mantra de “¡No nos representáis!”. Yo llegué a tener miedo físico. En ese momento pensé que quienes no nos representaban eran ellos a nosotros, y difícilmente se representaban ellos mismos. Los que estaban indignados eran los que votaron masivamente al PP pidiendo un cambio. Los indignados están mimados mediáticamente y además el PSOE les hace muchos guiños. Lo que refuerza la democracia es que podamos opinar y elegir nuestro futuro de forma civilizada y a través de las urnas, no vociferando.

P. – ¿No tienen que hacer los partidos autocrítica? ¿O mejorar la comunicación sobre su función y su trabajo?

R. – La gente a la que realmente le interesa la política está pendiente de lo que hacen sus representantes. Nuestra democracia funciona razonablemente bien, aunque las cosas se pueden mejorar. Se ha demostrado que la Constitución está viva, que es respetuosa con las minorías.

P. – ¿Qué es lo más satisfactorio de su dedicación política?

R. – Los discapacitados y sus familias, que he conocido en el desempeño de mi cargo en la comisión. Nos informan, nos exigen, son críticos con nosotros pero muy constructivos. Lo que nos transmiten aparece en el Boletín de las Cortes, lo que supone visibilidad e introducir sus demandas en la agenda política.